Pasó en Michigan, Estados Unidos. Una nena llevó el agua bendita y los pibes le dieron sin asco, pensando que podían tomarlo. Al toque se empezaron a sentir “mareados y con malestar estomacal”, según autoridades del Grand River Academy.
Ahora están viendo qué hacer con la pibita que llevó el tequila. Los padres culpan a las autoridades y las autoridades a los padres. Lo único cierto e importante a esta hora es que todos están bien y que solo fue un susto.